4 consejos para construir el invernadero de cáñamo perfecto
1. Estructura
Al tener en cuenta las dimensiones de tu invernadero, debes fijarte cuántas plantas vas a cultivar en él. Eso depende completamente del nivel de inversión que estés dispuesto a invertir. Asegúrese de que la altura de su invernadero sea lo suficientemente alta, ya que su cáñamo puede crecer hasta 15 pies.
Además, utilice un material resistente como madera o tubería de PVC para hacer la estructura; podría fallar durante vientos fuertes y lluvia.
2. Área
El espacio entre cada planta es mínimo y requiere alrededor de 4 pulgadas de espacio libre; sin embargo, debe poder caminar libremente entre las filas para poder inspeccionar cada planta libremente. Un invernadero de 8 pies por 21 pies debería ser suficiente para plantar 5 filas de 20 plántulas (100 plantas) con 4 pulgadas de espacio libre entre ellas y 3 pies de distancia entre cada fila.
3. Consideraciones ligeras
El cáñamo requiere mucha luz solar para crecer, y aumenta constantemente a medida que la planta madura y comienza a brotar. Si vives en un área con mucha luz solar, entonces no debes preocuparte. Todo lo que tendrá que hacer es colocar su invernadero en un área que reciba luz solar óptima. De lo contrario, deberá considerar llevar sus operaciones al interior, especialmente si vive en regiones frías. Necesitará luces con intensidad variable para frenar las cargas eléctricas.
Si estás al aire libre, asegúrate de que las cubiertas de tu invernadero sean de buena calidad y no se desintegren fácilmente, y deja pasar suficiente luz. Es posible que desee invertir en un fotómetro para detectar si entra suficiente intensidad de luz o no.
4. Irrigación
Hay pocas formas de regar sus cultivos. Puede optar por el método convencional y más fácil, usando una manguera de jardín vieja y simple si construye un invernadero de tamaño pequeño a mediano.
Si le preocupa que su suelo no retenga el agua lo suficiente, es posible que desee considerar la hidroponía. Implica cultivar tus plantas sin tierra sumergiendo las raíces de las plantas en un charco de agua. Esta ruta es más cara; sin embargo, le permite controlar la cantidad de nutrientes que puede agregar, lo que le permite monitorear sus cultivos más de cerca.