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Encontrar el equilibrio adecuado: una guía para programar su fertilizante para el crecimiento del cáñamo

Table of contents

Conoce el tipo de suelo que tienes

Cuando se trata de programar la aplicación de fertilizantes, el tipo de suelo que tiene juega un papel importante. No todos los suelos son iguales, y si no eres el afortunado con un suelo rico en nutrientes, deberás complementarlo con insumos orgánicos.

Los suelos arcillosos están hechos de partículas muy finas y, a menudo, son densos y muy compactados. Estos tipos de suelo absorben el agua lentamente y puede ser difícil trabajar con ellos sin los aditivos adecuados. Los suelos arenosos están compuestos de partículas más grandes, lo que permite un mayor drenaje, pero contienen menos nutrientes en comparación con los suelos arcillosos. Los suelos arcillosos son un equilibrio perfecto entre arcilla, arena y materia orgánica, por lo que es la opción ideal para el cultivo de cannabis.

El tipo de suelo implica algo más que la retención de agua y el drenaje. También es crucial tener en cuenta los niveles de nutrientes y el equilibrio del pH. Si bien los fertilizantes pueden corregir los desequilibrios de nutrientes, es importante comprender cómo el pH y la retención de agua afectan los niveles de nutrientes. Sin esta comprensión, podría terminar fertilizando en exceso o no fertilizando lo suficiente, lo que puede conducir a un crecimiento atrofiado y rendimientos bajos.

Los suelos con pH bajo generalmente son ácidos y pueden causar deficiencias en nutrientes esenciales como fósforo, hierro, zinc y otros oligoelementos. Los suelos de pH alto suelen ser alcalinos con demasiada cal, lo que puede provocar toxicidad por calcio.

La baja retención de agua o los suelos con drenaje deficiente también pueden causar deficiencias de nutrientes debido al encharcamiento y las condiciones anaeróbicas.

Elige el tipo de fertilizante adecuado para tu suelo

Ahora que sabe el tipo de suelo que tiene y cómo afecta los niveles de nutrientes, es hora de elegir un fertilizante adecuado para sus plantas de cáñamo. Hay fertilizantes de liberación lenta y de liberación rápida, y cada uno tiene sus propios beneficios.

Los fertilizantes de liberación lenta liberan nutrientes durante un período de tiempo, brindando a sus plantas el suministro constante que necesitan para prosperar sin una aplicación intensiva. Estos son excelentes para tipos de suelo que no pueden absorber o retener nutrientes fácilmente debido al alto drenaje o la baja retención de agua. Los fertilizantes de liberación rápida, por otro lado, brindan un rápido aumento de la absorción de nutrientes y se usan mejor en suelos que no pueden absorber rápidamente los nutrientes.

Para el cultivo de cannabis, los cultivadores profesionales suelen evitar el uso de fertilizantes de liberación lenta porque el cáñamo requiere diferentes cantidades de nitrógeno, fósforo y potasio a lo largo de su ciclo de crecimiento. Los fertilizantes de liberación lenta no pueden proporcionar estos niveles variables de nutrientes. En cambio, se prefieren los fertilizantes líquidos para el cannabis y, por lo general, se aplican semanal o quincenalmente.

Para los nuevos cultivadores, es mejor ceñirse a estos enfoques convencionales hasta que  ganes más experiencia.

Determinar la cantidad correcta de fertilizante a aplicar

Como ya se mencionó, las plantas de cáñamo requieren diferentes cantidades de nutrientes a lo largo de su ciclo de crecimiento, y es importante aplicar la cantidad correcta en los momentos óptimos.

Por ejemplo, en la etapa vegetativa, el cáñamo necesita más nitrógeno para apoyar el crecimiento de las hojas y menos potasio, ya que puede atrofiar el nuevo crecimiento si se aplica demasiado. Sin embargo, en la etapa de floración, los niveles de potasio deben aumentarse mientras que los niveles de nitrógeno deben reducirse; esto ayudará a promover el desarrollo de las flores y aumentar los rendimientos.

La cantidad de fertilizante que aplique depende del tipo de suelo, la retención de agua y otros factores ambientales. También debe tener en cuenta la absorción de NPK (N-Nitrógeno, P-Fósforo, K-Potasio) de sus plantas. El cáñamo podría utilizar hasta 200 kg/ha de nitrógeno, 47 kg/ha de fósforo, 211 kg/ha de potasio y 14 kg/ha de azufre. Las cantidades de nutrientes proporcionadas no necesariamente deben aplicarse en su totalidad. Esto se debe a que el suelo ya aporta algunos nutrientes, además de los que se aplican. Por lo tanto, comprender su suelo es crucial para lograr el éxito. La absorción y eliminación de nutrientes están influenciadas por varios factores, como las condiciones climáticas, la fecha de siembra, el pH y la salinidad del suelo, la capacidad del suelo para airearse y las diferencias varietales.

Conoce con qué frecuencia y cuándo aplicar fertilizante para el cáñamo

La clave para programar su fertilización es comprender las necesidades de nutrientes de sus plantas a lo largo de su ciclo de vida. El cannabis requiere un suministro constante de nutrientes durante cada etapa para un crecimiento y rendimiento óptimos. La etapa vegetativa temprana, el desarrollo de las flores y la fructificación/cosecha son etapas igualmente importantes que requieren diferentes cantidades de nutrientes.

Por ejemplo, el cannabis necesita más nitrógeno y fósforo durante la etapa vegetativa temprana para ayudar a promover un nuevo crecimiento, mientras que el potasio es importante en la etapa de floración para el desarrollo de las flores.

Para obtener los mejores resultados, se sugiere comenzar a fertilizar su planta después de que haya desarrollado 3-4 conjuntos de hojas verdaderas. Esto indica que sus plántulas han agotado la energía almacenada en la semilla y ahora necesitan nutrientes del suelo y fertilizante (si se aplica) para prosperar. Luego continúe fertilizando cada 2-3 semanas.

Puede optar por una fertilización semanal, pero tenga cuidado de no excederse con la frecuencia. Aunque las plantas de cannabis requieren un entorno rico en nutrientes, la fertilización excesiva puede causar quema de nutrientes y retraso en el crecimiento. Como regla general, es mejor ceñirse a una cantidad moderada de fertilizante y luego ajustarse a las necesidades de su cultivo a medida que pasa el tiempo.

Reflexiones finales

Cuando se trata de programar adecuadamente la aplicación de fertilizantes para el cultivo de cannabis al aire libre, no hay una solución para todas. Hay que tener en cuenta muchos factores. Desde el tipo de suelo y el equilibrio del pH hasta los niveles de nutrientes y la retención de agua, comprender las necesidades de sus plantas es esencial para obtener un crecimiento y rendimiento óptimos de su cultivo. Se recomienda probar su suelo, usar fertilizantes líquidos certificados para uso orgánico y considerar la etapa específica de crecimiento de la planta al aplicarlos. ¡Con un poco de conocimiento y práctica, la aplicación adecuada de fertilizantes se convertirá en una segunda naturaleza!

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